Considera por un momento que el dinero no es un problema. Considera todas las actividades que realizas a diario, semanalmente y anualmente, así como los años anteriores de tu vida. ¿Harías algún cambio? ¿Es éste el tipo de vida que quieres llevar el resto de tus días? ¿Es cierto que lo que haces te hace feliz?

Te voy a contar un pequeño secreto que espero que te haga reflexionar. Si centras tu vida en el dinero, lo más probable es que pases muchos años haciendo actividades que no disfrutas con el fin de ganar suficiente dinero para comprar cosas que crees que te harían más feliz.

Muchos individuos, como yo, seguimos estilos de vida predeterminados que pretenden llevarnos a una existencia feliz. Cuando, en muchos casos, lo único que podemos hacer es ajustarnos a formas de vida insatisfactorias que se ajustan a lo que la sociedad exige.
 

El dinero no lo es todo

No puedes permitirte malgastar tu vida yendo a un trabajo que no disfrutas sólo para pagar las facturas a final de mes o porque te has convertido en un esclavo de las deudas. Debes cambiar tu mentalidad para aprender la verdad sobre el dinero y vivir la vida que deseas.

A veces parece que estamos conectados a una Matrix, que crea un mundo virtual que controla lo establecido y en el que nos sentimos libres de hacer nuestros propios juicios. Pero, en realidad, el dinero forma parte de un complicado sistema que nos hace esclavos de nuestras ansiedades y víctimas del conformismo.

Para modificar tu estilo de vida, debes despertar de tu estupor y considerar el dinero y la realidad desde una perspectiva diferente. De lo contrario, sólo estarás perdiendo el tiempo. Y, como ya he dicho, nadie, por muy rico o poderoso que sea, puede garantizar el mañana.

El dinero es un recurso limitado que, a través del capitalismo, pone orden en el caos de la sociedad. Y quien tiene mayor influencia dentro de ese sistema está determinado por quien posee ese capital o ha acumulado dinero. Sin embargo, tener más dinero no garantiza la felicidad ni la capacidad de vivir una vida completa.
 

Cuanto menos te influencie el dinero, mejor para ti

Todo esto acaba por llevarte, desde el principio de tu formación, a tomar decisiones vitales que no te llevan al auténtico estilo de vida que deseas. Esto se debe a que nadie te presentó la opción o te la mencionó en el momento oportuno.

Y esto, a su vez, te impulsa a luchar por sacar buenas notas para poder estudiar una carrera universitaria con fuertes perspectivas profesionales o que te asegure un futuro brillante y altos ingresos, o, peor aún, a estudiar lo que tus padres querían que hicieras ya que era la mejor opción para ti.

Si tienes suerte, podrás obtener un puesto de trabajo en tu profesión. Y empezarás a vender horas de tu tiempo para ganar un sueldo con el que comprar y consumir todas las cosas que te hacen feliz. Sobre todo, debes ser capaz de mostrar a los demás dónde estás económicamente en el sistema. Exhibir un buen automóvil, comprar una casa en un barrio deseable, vestirse con ropa de diseño y frecuentar todos los establecimientos de moda.

Sin embargo, todo está montado de tal manera que nunca estarás satisfecho. Entonces creerás que ganando más dinero, cambiando de trabajo, trabajando más horas o dedicando casi toda tu vida a una empresa que no te deja ver a tu familia, podrás comprar lo que tiene tu vecino de al lado o el miembro más destacado de tu círculo de amigos, y por fin serás feliz.

Es decir, suponiendo que tengas la suerte de no incurrir en grandes deudas para conseguir el estatus y el estilo de vida que tu salario actual no te permite alcanzar. Porque si lo haces, estarás destinado a vivir el resto de tu vida. Y te aterrará perder ese trabajo que desprecias porque lo necesitas para pagar tus deudas. Y te tragarás todos los sufrimientos que te traigan las circunstancias de tu trabajo.

Plantéate que es lo que realmente te hace feliz

Lo peor de todo es que seguimos educando a nuestros hijos de la misma manera, sin cuestionar si hay un enfoque mejor. En lugar de organizar nuestra vida en torno al dinero, deberíamos plantearnos qué es lo que realmente queremos hacer con nuestra vida.

Todos podemos reconocer las habilidades e intereses heredados que han surgido en nosotros como resultado de nuestras experiencias vitales. Y una vez que hayas descubierto algo que te apasiona, algo que disfrutas, algo que te tranquiliza, algo que te hace feliz, dedícale tu tiempo.

Finalmente, con la práctica, te convertirás en un experto en tu área mientras vives el estilo de vida que has elegido. Y, como es probable que haya más personas interesadas en lo que te hace feliz, podrás ayudar a otros transmitiendo tu experiencia. Y créame cuando le digo que el dinero le llegará.

No tienes ni idea de la suerte que tienen muchos deportistas profesionales de poder dedicarse a sus pasiones. O un músico que se gana la vida haciendo lo que le gusta, etc.

¿Te gusta el surf y tienes talento para ello? ¿Le gusta participar en deportes extremos? ¿Le gusta viajar y aprender nuevos idiomas? ¿Es usted un fotógrafo que disfruta haciendo fotos? ¿Te has dado cuenta de que tienes un potencial creativo inagotable que cautiva a los demás? Todo esto tiene una aplicación práctica que te ayudará a ganar dinero haciendo lo que te gusta. Si tienes un porqué para vivir, como decía Nietzsche, siempre encontrarás un camino.

Estarás encantado de hacer lo que te gusta y de utilizar tus capacidades y habilidades de esta manera. Pero la historia no termina ahí. Debe darse cuenta de que no debe malgastar el dinero que le proporciona su experiencia de una forma que ponga en peligro su futuro. Piensa si realmente necesitas algo cada vez que vayas a comprar. Entonces tienes que hacer que ese dinero cree más dinero para no tener que preocuparte de él ni de lo que te diga el sistema durante el resto de tu vida. Y lo único que te tiene que preocupar es sobrevivir. Entonces, ¿qué piensas? ¿Estás dispuesto a hacer un cambio de estilo de vida?