La Comisión Europea decidirá a finales de mayo si continúa activando la cláusula de evasión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento después de la publicación del pronóstico de primavera, que se activó por primera vez en 2020 y 2021 en marzo del año pasado. ElEconomista, las dos capitales ya están preparando sus planes de estabilidad e integración, que son los cuadros fiscales para los próximos tres años que deben enviar a Bruselas en abril. Por lo tanto, necesitan una «señal» que los oriente a tomar la decisión de reiniciar las reglas fiscales que se tomarán en mayo.

Fuentes comunitarias explicaron que la carta ha resuelto la intención del comité de mantener la suspensión del Pacto de Estabilidad el próximo año. Una de las principales razones es que la economía europea seguirá cayendo por debajo de los niveles prepandémicos. Según el pronóstico económico de invierno, no se espera que la economía europea recupere su PIB de 2019 hasta la segunda mitad de 2022.

La suspensión del acuerdo permitirá a los estados miembros aprovechar el bajo costo de la emisión de bonos para seguir gastando con el fin de mantener un desarrollo económico estable. Además, recibirán un impulso adicional cuando comiencen a recibir fondos para la recuperación en el segundo semestre de este año.

Europa no quería cometer los errores de crisis pasadas, y en ese momento, los ejecutivos de la Comunidad Europea, los estados miembros y el Banco Central Europeo estaban ansiosos por retirar las medidas de estímulo fiscal y monetario. El brusco cambio en las políticas de austeridad provocó la segunda recesión en Europa en 2012 y dejó cicatrices sociales (desempleo, niveles de pobreza) y económicas (caída de la inversión) que no se recuperaron cuando la pandemia de COVID-19 estalló Superar por completo.

Las discusiones sobre el relanzamiento del Pacto de Estabilidad se llevarán a cabo al mismo tiempo que la revisión de las propias reglas fiscales. El comité hará sus recomendaciones en la segunda mitad del año. El debate apunta a la simplificación o incluso la eliminación de las metas fijas del 3% del PIB y el 60% de la deuda, para controlar el gasto y la deuda según la trayectoria del país.